
La familia es uno de los principales muros que todo ser humano necesita para el buen desarrollo de su vida. En el diseño divino, los elementos básicos de la crianza: amor, protección y seguridad, los debe proporcionar un contexto familiar saludable.
Hablamos de restauración en el seno familiar, porque el hogar debe ser un lugar de oportunidades para crecer como personas y poder desarrollar potencialidades. Es el espacio propicio para formar vínculos de amor, aprender valores como el respeto y la honra; es el ambiente donde desarrollamos la capacidad de perdonar. Ahí mismo recibimos un legado y también lo dejamos a los que nos siguen.
Por todo lo anterior, son necesarias acciones de prevención, asistencia, acompañamiento y promoción de la familia, para una sociedad justa, armoniosa y en paz; pero la principal clave en la restauración del muro familiar es la Palabra de Dios.
Durante estas semanas aprenderemos principios de las Escrituras para restaurar y edificar este muro llamado familia, aprovechando cada oportunidad porque los tiempos son malos (Ef. 5:15-16 TLA).