
«Mantener un cerebro sano y fuerte es posible»
«Está en nuestra mano mantener un cerebro sano y fuerte. Incluso, se trata de nuestra responsabilidad. Nuestro estilo de vida, el ejercicio, cómo dormimos, lo que comemos, los retos cognitivos que nos ponemos, son cosas que podemos controlar y modificar, y que tienen un impacto directo sobre la salud cerebral, sobre su reserva cognitiva e incluso, su plasticidad.
Según la OMS, una de cada 5 personas en el mundo se ve afectada por una enfermedad del cerebro a lo largo de su vida, y que por lo tanto son la mayor causa de discapacidad. Además, está demostrado que la pérdida de salud cerebral, de capacidad cognitiva, y el riesgo de enfermedades del cerebro, no son inevitables.
El director del Centro Berenson-Allen de investigación en estimulación cerebral, Beth Israel Deaconess, asegura que un cerebro sano no es simplemente un cerebro que no tiene enfermedad. Es un cerebro que funciona de forma óptima para la edad y las circunstancias de la persona. Es decir, es un cerebro con una función adecuada para la edad de la persona y las demandas de rendimiento de la persona, aclara.
La meditación es una actividad mental que incrementa la capacidad cerebral, incluso la puede llegar a cambiar. El estrés es uno de los principales causantes de la demencia, por esto, la meditación es clave para relajar nuestra actitud mental.
Como más conocimientos y experiencias hemos adquirido a lo largo de nuestra vida, ayuda a retrasar la degeneración cerebral. A través de la lectura y los estudios aumentamos nuestra cultura y nuestras capacidades cerebrales.
El simple hecho de contar cuentos o historias a otras personas, permitirá reorganizar y ordenar las ideas en nuestra cabeza. Además, mantener relaciones sociales fluidas ayuda a nuestro bienestar físico y mental. Los juegos de memoria y destreza mental son la mejor opción para ejercer nuestras capacidades mentales. Por ejemplo, los sudokus y los crucigramas son los más aconsejados en estos casos».
Los estudios que se realizan continuamente a favor de mantener un cerebro sano y fuerte, nos permiten no solo estar más informados, sino estar capacitados para tomar las medidas necesarias para protegernos del deterioro cognitivo y sus consecuencias.
Oremos
Señor, gracias por los estudios médicos y descubrimientos que nos permiten abrigar esperanzas de mantener la salud de nuestro cerebro. Danos entendimiento para tomar las medidas necesarias para nuestra propia protección. En el nombre de Jesús, amén.
Noela Rebollo